El aire comprimido presenta partículas en estado sólido y líquido. Para que estas partículas no pasen a los sistemas neumáticos de las fábricas, es necesario poner un correcto tratamiento de aire. Si no existe un buen tratamiento de aire, los sistemas neumáticos pueden presentar averías.
Cuando no existe tratamiento de aire en cualquier fábrica, y la tubería no está hecha de aluminio, y por el contrario, es de acero al carbón o galvanizado; los condensados harán que la tubería se vaya oxidando por dentro y ese material oxidado se arrastrara hasta llegar a los equipos neumáticos.